De regreso al Bene en modo online, la crónica
Desde las 6:30 de la mañana los maestros comienzan a llegar al Bene. El ritual de entrada es estricto: les toman la temperatura, verifican que usen cubre bocas y les colocan gel antibacterial en sus manos. Todo con la finalidad de salvaguardar su salud.
Cada uno ingresa a las aulas que ahora se encuentran sin alumnos, pero que cobran vida cuando cada maestro da click en el botón de iniciar reunión de su aplicación Zoom instalada en su laptop o ipad.
Aunque no hay clases presenciales, con dedicación, los maestros han decorado los espacios donde trabajan. El propósito es sorprender a esa persona especial que está al otro lado de la pantalla.
De inmediato esas voces que tanto nos gustan en el Bene se comienza a escuchar: “Hola”, “Hola profesor “, “Buenos días”, “¿Cómo están todos?”. Se dibuja una sonrisa en el rostro del docente, ha comenzado una conexión exitosa con sus alumnos, quienes a pesar de estar en cuarentena, saludan con entusiasmo, aseados y portando el uniforme.
Hoy en día, la tecnología ha sido una aliada maravillosa. Nos ha permitido acercarnos a nuestros alumnos y transmitirles conocimientos mediante aplicaciones y plataformas diseñadas especialmente para ellos.
Las clases en todos los niveles siguen su curso. Los maestros no se despegan de sus computadoras, siempre están atentos a lo que sus alumnos les preguntan y a las notificaciones de los padres de familia, quienes en su tarea de colaboración mutua, indagan sobre la forma de enviar evidencias. Y es que tanto ellos como nosotros, creamos la mejor atmósfera para que nuestros niños y jóvenes progresen en sus estudios.
Hacemos llegar a cada hogar aprendizajes sobre lengua materna, matemáticas, historia, geografía, conocimiento del medio, entre otros tópicos. Los niños y jóvenes trabajan en plataformas, aplicaciones, cuadernos y en los diarios de aprendizaje que previamente enviamos con nuestro personal. Incluso, en inglés, hay quienes ya aprenden a trabajar en equipo bajo esta modalidad.
Las clases de deportes y talleres no faltan. Los maestros saben cómo captar la atención de sus alumnos y a pesar de que la distancia los separa, las actividades que desempeñan los tienen sincronizados y más unidos que nunca.
Termina el día. Los maestros se despiden de sus alumnos, se desconectan y reflexionan sobre los conocimientos impartidos. Nunca ha sido fácil ser profesor y menos ahora en tiempos de pandemia; sin embargo, la satisfacción por haber logrado la interacción con los alumnos y saber que en la modalidad online también se puede aprender es gratificante.
En el Bene siempre hemos dicho que la actitud que tomes ante los retos que se te presentan es la clave para salir victorioso y hoy, vemos una prueba de que nuestra comunidad es resiliente, dinámica, innovadora y adaptable al cambio. ¡Lo estamos haciendo bien, equipo, sigamos en el mismo camino! ¡Somos Bene!